5.11.2009

TU BOCA

Tu boca
Para formar tan hermosa esa boca angelical, hubo competencia igual entre el clavel y la rosa,la púrpura y el coral.
Mintiendo sombras del bien,en ella el mal se divisa,por lo que juntos se ven ya la apacible sonrisa, ya el enojo o desdén.
Y en los senos abrasados engendra con doble holganza,o con tormentos doblados,cada risa una esperanza,cada desdén mil cuidados.
Cual las conchas orientales en tu boca, y por vencer las muestra en riquezas iguales,cuando desdena, corales,y cuando sonríe, perlas.
Y si con sombras de bien tal ez el mal se divisa,es porque en ella se ven guardar la miel de su risa las flechas de su desdén.
Si a mí su rigor alcanza,al ver su hermosura, sienteel corazón doble hlganza;y aunque un desdén me atormente,déme una risa esperanza.
¡Bien haya la ducle boca,que sólo sus frescos labios el aura pasando toca;que haciendo el ámbar agravios,su miel a gustar provoca!
¡Oh, bien haya cuando ufanadando enojos a la rosa,muestra su cerco de grana,fresca como la mañana,como el azahar olorosa!
Y si acaso dulcemente suelta plácida congojas, ya es el rumor del ambiente,ya el susurro de las hojas,ya el murmurar de la fuente.
Si alegres sones respira,las aves del prado encanta; y si a vencer las aspira,con las que gimen, suspira;con las que gorjean, canta.
Tu miel, aroma y colores,rinde en amante oblación,flor, ante cuyos primores,mustias é inútiles floreslas flores del valle son.
El néctar mas regalado deja que de amores loco beba en tu labio abrasado;para una abeja es sobradolo que para muchas poco.
¡Mas ah! que vertiendo quejas,me esquivas tu dulce miel;en vano de una te alejas si ves que miles de abejas poblando van el verjel.
¡Ay de la rosa encarnada,que en su seno de carmín niega a una abeja la entrada!Tantas la acosan al fin,que queda sin miel, y ajada.
¡Ay de las cándidas flores,si alzan su capullo tierno del estío a los ardores!¡Ay del panal, si el invierno lo hiela con sus rigores!
Dame los gustos sin tasa,pues ves qeu el sol estivallas tiernas flores abrasa;mira que amarga el panal cuando de sazón se pasa.
Ríndete a mí placentera:no te rinda con agravios de abejas la turba fiera:que herir esos dulces labios herirme en el alma fuera.
De ese tesoro las llaves dame, y sus dones ardientes libaré en besos süaves,sin que lo canten las aves,ni lo murmuren las fuentes.
Ramón de Campoamor

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